Carlos Fuentealba murió el 4 de abril de 2007, después de recibir el disparo de un cartucho de gas lacrimógeno arrojado por el policía Darío Poblete en Neuquén, bajo las órdenes del entonces gobernador Jorge Sobisch de desalojar la Ruta Nacional 22 durante una protesta de trabajadores y trabajadoras.

Actualmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene en sus manos el pedido de reabrir la segunda causa judicial para investigar todas las responsabilidades sobre el asesinato de Fuentealba. Es urgente que la Corte se expida al respecto y se termine la impunidad para los culpables que no han sido llevados al banquillo todavía, como Sobisch, socio político de Mauricio Macri.

Reivindicamos la lucha que Fuentealba dio en las aulas y en las calles por un país con trabajo digno, igualdad e inclusión. Militó en el socialismo, con la convicción de que la lucha colectiva era la herramienta de transformación de la sociedad. La represión asesina fue la respuesta del Gobierno provincial y para eso debe haber Juicio y Castigo.

A 11 años del asesinato de Fuentealba, exigimos:

¡Toda la verdad, toda la justicia!
¡Basta de impunidad para Sobisch!

¡Carlos Fuentealba: presente, ahora y siempre!